Gato de Bengala: el gato con rasgos de leopardo

Gato de Bengala: el gato con rasgos de leopardo

Devid Macrite

El gato de Bengala es fácilmente reconocible gracias a su pelaje lleno de manchas, su larga cola y sus ojos claros.

Estos rasgos son muy similares a los de un leopardo, cuando en realidad se trata de un pequeño felino doméstico.

Además de ser un gran compañero, esta raza es una de las más inteligentes del mundo y puede aprender algunos trucos con facilidad.

También puede emitir una serie de vocalizaciones y, puede haber una división que varía según la proximidad familiar entre animales más salvajes o domesticados.

Si te ha interesado y quieres saber más sobre el Gato de Bengala, sigue leyendo este post hasta el final.

¿Cómo surgió el gato de Bengala?

Si cree que el Gato de Bengala se parece a un leopardo, sepa que no es casualidad.

De hecho, esta raza se originó en Asia por el cruce entre un gato doméstico común y el gato leopardo salvaje.

La presencia de la raza en Occidente es reciente, ya que este gato no llegó a Estados Unidos hasta la década de 1960. Desde entonces, también se ha extendido a otros países.

Esta historia comenzó cuando Jean Mill compró una gata leopardo, conocida como Prionailurus bengalensis.

Sin embargo, ya tenía un gato doméstico en casa y, los dos se reprodujeron accidentalmente. De ahí salió la primera camada de pequeños gatos domésticos que tenían las manchas características de los ejemplares salvajes.

Simultáneamente, Willard Centerwall estudiaba el cruce entre el gato doméstico y el gato leopardo.

En su momento, este científico inició estos cruces con la intención de obtener ejemplares resistentes a FELV (leucemia felina).

De este modo también consiguió gatos de Bengala. Con el tiempo se fueron produciendo cada vez más cruces por parte de distintos criadores.

Con ello, actualmente es posible encontrar ejemplares de Gato de Bengala más cerca o más lejos de los ejemplares salvajes.

Es decir, unos tienen características más domesticadas que otros. De este modo, hay ejemplares que tienen instintos salvajes más o menos evidentes en relación con otros.

Esto da lugar a diferentes clasificaciones para esta raza.

Clasificación según el parentesco salvaje

Con el Gato de Bengala ocurre lo mismo que con el Gato de Savannah, es decir, hay niveles que indican lo cerca que está el animal del ejemplar salvaje.

Los animales numerados con el 1 son los más salvajes, y los numerados con el 4 son los más lejanos, es decir, los más domesticados.

Esta clasificación ayuda a predecir el comportamiento del animal, pero no se considera una norma.

Otro punto importante es que, dependiendo de la clasificación del animal, su precio puede ser mayor o menor.

Por ello, es fundamental conocer muy bien el animal que se pretende adquirir, así como a qué linaje pertenece.

El valor del Gato de Bengala varía entre R$1000 y R$10.000 dependiendo de lo cerca que esté de un animal salvaje.

Dependiendo del criador, el precio puede ser incluso superior. Sin embargo, es realmente recomendable adquirir animales sólo de criadores específicos y de renombre.

Por lo tanto, nunca tome en consideración únicamente el precio del cachorro, tenga en cuenta sobre todo la calidad y la procedencia del animal.

Gato de Bengala F1 y F2

Como se ha dicho, la generación F1 del Gato de Bengala es la más salvaje y, también es la más difícil de encontrar originalmente.

Además, esta generación es la más agresiva y puede mostrar comportamientos no deseados.

Incluso cuando el trabajo de socialización es eficaz, el animal sigue teniendo dificultades para actuar como un gato doméstico común y no se acostumbra a algunas necesidades.

Además, los animales de esta generación suelen ser estériles.

La generación F2, en cambio, procede del cruce de dos individuos F1, es decir, disminuye un poco el parentesco con el animal salvaje.

Aun así, el proceso de socialización y adaptación al entorno doméstico puede ser un poco complicado.

Lo ideal es ofrecer al animal un espacio amplio, con una zona verde y, si es posible, algunos árboles donde pueda trepar y hacer un poco de ejercicio.

Para criar un Gato de Bengala F2 en un piso, se necesita un poco de atención y proporcionarle un entorno propicio.

Además, en esta generación también puede haber un gran número de individuos estériles.

  • Ver también: Gato asustado: ¡5 sencillos consejos para tranquilizarlo!

Gato de Bengala F3 y F4

Las generaciones F3 y F4 del Gato de Bengala son mucho más parecidas al animal doméstico, siendo mucho más dóciles que las dos primeras mencionadas.

Obviamente, el F4 será bastante similar a un gato doméstico ordinario, por lo que es el más sencillo de ser criado en casa, encontrado y, también es el más barato.

Principales características del gato de Bengala

El Gato de Bengala es una raza que se asemeja mucho a un gato salvaje, por lo que se considera una de las razas más exóticas que existen en la actualidad.

Con su singular aspecto, este animal destaca por su tamaño. 30 y 45 centímetros de longitud.

En cuanto al peso, suelen pesar entre 3 y 9 kilos, aproximadamente. En otras palabras, se trata de un gato grande.

Además, la cabeza del propio animal es alargada hacia delante, de modo que, observado de perfil, este gato parece más esbelto que la mayoría de los gatos domésticos.

En cuanto a los ojos, la mayoría de los ejemplares tienen ojos claros, normalmente azules o verdes, pero dependiendo del tipo de cruce, puede ocurrir que la coloración sea diferente.

En general, se trata de una raza grácil, con ejemplares de patas largas que tienen un andar muy elegante.

El pelaje es muy corto, fino y brillante, con un tacto ligeramente áspero.

Es interesante señalar que el Gato de Bengala puede tener la coloración típica, amarilla y rojiza o, incluso, blanca.

Sin embargo, en ambos patrones el animal debe tener manchas por todo el cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de la cola.

  • Leer más: Los gatos pierden pelo: ¡7 razones!

Comportamiento general del gato de Bengala

Como ya se ha dicho, el comportamiento del Gato de Bengala dependerá en gran medida del tipo y cruce que dé lugar al nacimiento del animal.

En general, cuanto mayor es el nivel de parentesco con el animal salvaje, más difícil resulta domesticar al gato.

Por lo tanto, a cualquier nivel es muy importante adaptar al animal a la vida en un entorno doméstico, así como a la convivencia con personas y otros animales.

Especialmente los ejemplares de la generación F4, en general conviven muy bien con animales y personas, siendo un animal excelente para la convivencia con niños.

Especialmente el gatito de Bengala se lleva muy bien con niños un poco mayores, de entre 5 y 9 años, porque tienen energía y curiosidad como ellos.

Otro punto interesante de este animal es que en muchos momentos tiene un comportamiento similar al de un perro.

En general, le gusta mucho jugar, ya sea con objetos o siguiendo a su guardián por la casa. Además, suele aceptar el collar y también se le puede adiestrar fácilmente.

Para tener una mejor relación con el animal, es interesante contratar a un adiestrador con experiencia en felinos domésticos.

A pesar de ello, las personas que viven con un gato de Bengala deben ser conscientes de que es importante respetar los deseos del propio gato.

A la mayoría no les gusta estar en tu regazo y a menudo tampoco aceptan mimos en ningún momento.

Generalmente, cuando el animal necesita afecto se acerca a su guardián y solicita las caricias.

De todos modos, el Gato de Bengala suele aceptar bien la compañía de personas y otros animales, incluidos los perros.

Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con los animales pequeños, porque el instinto del Gato de Bengala suele ser bastante agudo.

Así que.., el animal puede acabar cazando y matando a sus pequeños animales de compañía como hámsters, peces, conejos, cobayas y otros roedores y reptiles.

En el caso de los cachorros, es esencial que haya una socialización adecuada desde las primeras semanas, para que la relación con las personas y otros animales no se vea perjudicada.

Por suerte, se trata de una raza inteligente, que aprende muy rápido y, por lo tanto, puede convivir muy bien, sin hacerse daño.

La inteligencia de este animal es tan increíble que tiene vocalizaciones muy diferentes a las de otras razas, por eso sus maullidos son muy característicos.

No obstante, es muy importante respetar los instintos salvajes de estos animales, sobre todo permitiéndoles el acceso al aire libre.

Esto se debe a que al animal le gusta poder correr, trepar y explorar entornos todo el tiempo gastando la enorme energía que posee.

Conclusión

El Gato de Bengala es muy exótico, bello y, dependiendo de la generación, puede tener instintos salvajes muy característicos.

Por lo tanto, es fundamental conocer muy bien las características del animal para que la convivencia sea adecuada.


Devid Macrite

Queremos ser el primer recurso al que acuda para todas sus inquietudes relacionadas con los perros. Nuestros expertos veterinarios brindan a los dueños de perros consejos que ayudan a nuestros amigos de cuatro patas a llevar la vida que se merecen.

Leave a Comentario