Piroplasmosis canina: ¿qué es y cómo se manifiesta?

Piroplasmosis canina: ¿qué es y cómo se manifiesta?

Devid Macrite

La piroplasmosis canina, conocida popularmente como enfermedad de la garrapata, es uno de los trastornos que puede causar este parásito externo.

Para la mayoría de los guardianes, las garrapatas suponen una amenaza potencial, ya que causan problemas que van mucho más allá del simple picor.

Además de las lesiones cutáneas, las alergias y el estrés, estos parásitos pueden enfermar a los perros en algunos casos.

Hay enfermedades muy graves que las garrapatas pueden transmitir a los cachorros, por lo que nunca hay que subestimar el momento en que empiezan a aparecer. Una sola garrapata puede causar grandes molestias.

Por ello, hemos preparado un texto lleno de información esencial sobre la piroplasmosis canina y sus manifestaciones.

Piroplasmosis canina o enfermedad transmitida por garrapatas: la babesiosis canina es el principal tipo

Conocida como enfermedad de la garrapata, la piroplasmosis canina tiene básicamente cuatro formas distintas de manifestación, que varían según la especie del parásito.

Entre ellas, la babesiosis canina es la más frecuente en las clínicas de pequeños animales. Pero también hay que conocer otras formas de manifestación existentes, que son:

  • Erliquiosis canina: causada por Ehrlichia canis Se trata de una infección bacteriana en la que los microorganismos actúan como parásitos, especialmente de los glóbulos blancos;
  • Enfermedad de Lyme (Borreliosis): enfermedad causada por una infección con la bacteria Borrelia Es interesante señalar que este tipo de enfermedad se considera una zoonosis, ya que también puede transmitirse a los seres humanos;
  • Fiebre manchada: otra zoonosis muy conocida, transmitida por la garrapata. Amblyoma cajennense también conocida como la garrapata estrella.

La babesiosis, por su parte, se produce cuando hay infestación por un protozoo del género Babesia, el Babesia canis .

En este caso, la manifestación se produce principalmente en los glóbulos rojos, o GR, de los animales. La contaminación en este caso se produce a través de la picadura de garrapatas infectadas de la familia Ixodidae.

Esto ocurre principalmente por animales de la especie Rhipicephalus sanguineus, también conocida como "garrapata marrón" o "garrapata roja".

Por lo tanto, se puede entender que la piroplasmosis canina es la enfermedad de la garrapata en general, pero existen varias formas de la enfermedad, así como varios organismos transmisores y causantes.

Babesiosis canina: conozca el ciclo de transmisión de la enfermedad

La babesiosis canina es el principal tipo de piroplasmosis que se da en perros y puede causar una afección infecciosa grave.

Esto se debe a que el animal tiene una infección de sus glóbulos rojos, lo que le lleva a un estado de anemia bastante crítico.

La infección se produce a través de garrapatas contaminadas con el protozoo y la infección se produce casi inmediatamente, en cuanto la garrapata se aloja en el pelaje y empieza a chupar la sangre del animal.

Durante la alimentación de la garrapata, los protozoos entran en el torrente sanguíneo de la mascota, propagándose rápidamente.

Los protozoos permanecen en la saliva de las garrapatas y, pueden entrar directamente en la sangre de los perros en el momento en que las garrapatas infectadas si alimentan

Los glóbulos rojos se destruyen rápidamente, lo que provoca una anemia hemolítica grave.

La afección tiende a empeorar rápidamente, por lo que el diagnóstico precoz es fundamental para evitar males mayores.

Signos clínicos de la babesiosis canina

Como se ha dicho, la babesiosis canina es una enfermedad considerada bastante grave y que no tarda en manifestarse.

Poco después de la contaminación del huésped, ya es posible empezar a notar signos físicos y de comportamiento muy claros.

Los signos generales que suelen aparecer en los animales son los siguientes:

  • Pérdida de apetito;
  • Palidez;
  • Ictericia (piel y ojos amarillentos);
  • Oscurecimiento de la orina;
  • Depresión;
  • Apatía;
  • Fatiga severa;
  • Mucosas amarillentas.

Es bastante habitual que el tutor llegue a la consulta del veterinario con la queja de que el animal parece mucho más apático de lo habitual.

Cuando existe este cansancio extremo, el profesional suele solicitar más pruebas para descartar otras afecciones.

Entonces, en este caso, el profesional suele solicitar exámenes complementarios, para detectar una anorexia severa y un aumento del bazo (esplenomegalia).

A medida que la situación empeora, es posible notar signos más graves, como disminución del apetito, pérdida de peso y problemas de coagulación de la sangre.

La importancia del tutor para el diagnóstico de la Babesiosis

Cuando hablamos de piroplasmosis canina o de cualquier tipo de enfermedad transmitida por garrapatas, cuanto antes se produzca el diagnóstico, antes se podrá iniciar un tratamiento exclusivo y adecuado.

Inicialmente se trata de una enfermedad discreta, pero su evolución es rápida y el tutor empieza a ver las transformaciones que se producen en la mascota.

La babesiosis canina es una enfermedad que provoca mucho cansancio y, al mismo tiempo, pérdida de peso, ya que el animal deja de alimentarse correctamente.

Generalmente, en la clínica, estos son los primeros indicios de que algo no va bien con el animal. Después, para confirmar el diagnóstico, el profesional debe solicitar pruebas adicionales.

El frotis sanguíneo, por ejemplo, es un método sencillo, barato y muy rápido para intentar detectar la presencia del protozoo.

Las pruebas bioquímicas pueden dar una imagen más clara de la función hepática y renal y mostrar si ya se ha desarrollado anemia.

Así, al realizar pruebas de laboratorio completas al animal, es frecuente encontrar anemia, niveles elevados de bilirrubina y una reducción del número de plaquetas.

Además, puede encontrarse bilirrubina y hemoglobina en la orina, debido principalmente a la destrucción de los glóbulos rojos.

Además, en situaciones en las que la enfermedad comienza a desarrollarse más, es frecuente encontrar signos clínicos compatibles con insuficiencia renal aguda.

En los casos graves de anemia hemolítica, el animal puede presentar ya una coagulopatía intravascular diseminada.

También debe entenderse que los signos clínicos varían directamente en función del tipo de infección manifestada, pudiendo ser hiperagudos, agudos y crónicos.

Conozca las fases de la babesiosis canina

Es muy importante conocer el estadio de la infección en ese momento, ya que influye directamente en los síntomas y en la elección del tratamiento.

En vista de ello, he aquí algunas consideraciones al respecto.

Forma hiperaguda de la piroplasmosis canina

Normalmente, los cachorros son los que más presentan este tipo de manifestaciones, ya que su sistema de defensa aún no está completamente formado.

Además, esta afección también puede darse en animales con infestaciones graves de garrapatas.

Es frecuente que en la fase hiperaguda de la enfermedad, el animal presente shock con hipotermia, hipoxia tisular (baja oxigenación de los tejidos) y otros tipos de lesiones relacionadas.

Se trata de una afección grave que debe tratarse rápidamente para evitar que el animal entre definitivamente en shock y muera.

Forma aguda

Esta fase es la más común, la que se observa en la mayoría de los animales que acuden a la clínica con signos de piroplasmosis canina.

Durante este periodo, el animal suele sufrir una fase intensa de anemia debido a la destrucción de glóbulos rojos por los parásitos.

Por ello, es frecuente ver que el animal tiene las mucosas muy pálidas y presenta episodios febriles.

Forma crónica

Esta fase se considera inusual, ya que la mayoría de los animales reciben tratamiento antes de alcanzar esta fase de la enfermedad.

La forma crónica se manifiesta cuando los parásitos llevan mucho tiempo presentes en el organismo del animal.

En este caso, debido al avance de la anemia y al compromiso general del organismo, es común que la mascota se sienta débil, deprimida, tenga una intensa debilidad y presente fiebre intermitente.

Forma subclínica de la piroplasmosis canina

Cuando el animal se encuentra en fase subclínica, significa que está infectado pero no presenta signos evidentes del problema.

Por lo tanto, el diagnóstico es bastante complicado y suele requerir mucha atención y observación por parte de los tutores.

Tratamiento de la piroplasmosis canina

Cuando un animal recibe un diagnóstico de piroplasmosis canina, en primer lugar es fundamental intentar eliminar las garrapatas.

De esta forma es posible eliminar la raíz del problema y, sobre todo, evitar que se extienda a otras mascotas.

Además, es fundamental trabajar en la eliminación de la garrapata para evitar episodios de reaparición en el propio perro.

Pero el tratamiento va mucho más allá. Además de actuar para controlar el parásito, es necesario trabajar para moderar la respuesta inmunitaria y también para tratar los síntomas.

Por suerte, existen medicamentos bien descritos para este tipo de tratamiento y también se puede hacer profilaxis para los animales que van a zonas endémicas o los que viven en esos lugares.

Por lo general, la enfermedad de las garrapatas se trata con antibióticos, pero en algunos casos esto no es suficiente.

No es tan raro que los animales lleguen a la clínica ya en un estado de anemia grave y, en estos casos, puede ser necesaria una transfusión de sangre.

Lo más importante aquí es que los tutores comprendan que no existe tratamiento casero para la piroplasmosis canina.

En cualquier situación, el problema debe ser analizado por el veterinario, que está cualificado para orientar un tratamiento seguro y realmente eficaz.

Es fundamental que cualquier actitud o medicina se oriente hacia el bienestar de los animales, evitando cualquier tipo de compromiso para sus vidas.

Otra consideración que debe tenerse en cuenta es que la enfermedad de las garrapatas suele tener un largo periodo de tratamiento.

Y el tutor debe comprometerse a llevar a cabo el proceso completo, evitando así que el animal recaiga.

Lo mejor para evitar la piroplasmosis canina

Como ocurre con la mayoría de las enfermedades, la prevención es mucho más sencilla que tener que tratar a un animal ya enfermo.

Por lo tanto, en el caso de la piroplasmosis, es importante tomar medidas para eliminar las garrapatas del entorno y evitar que se suban al animal.

En este sentido, es importante trabajar para evitar que las garrapatas se queden en su perro o en el propio entorno.

A continuación hablaremos de algunos consejos que debes incluir en la rutina de tu mascota para tratar la piroplasmosis canina y mantenerla bien alejada del problema.

Eliminar las garrapatas del entorno es crucial

Si tiene problemas con una infestación de garrapatas, debe ocuparse inmediatamente de eliminarlas del entorno y evitar que se propaguen.

En este caso, el veterinario debe recomendar un producto en aerosol para uso en el entorno, que sea eficaz contra las garrapatas en todas las fases de vida.

En este caso, hay que seguir las recomendaciones de fumigación dadas por el profesional, pero en general es necesario fumigar el ambiente cada quince días al menos cuatro veces, es decir, durante dos meses.

Además, intenta eliminar cualquier fuente de suciedad, especialmente en el patio, lavando todo el entorno si es posible.

Dentro de casa, es importante tener cuidado con las alfombras, las telas de los sofás y cualquier grieta donde puedan alojarse los animales.

La mayoría de los profesionales recomiendan utilizar una aspiradora y después rociar la habitación.

Aunque no tenga una infestación de garrapatas, para evitarla procure mantener el entorno limpio y ordenado en todo momento.

Uso de garrapaticidas en el animal

Hoy en día, el mercado está repleto de productos muy seguros para el control de las garrapatas que pueden utilizarse en animales de prácticamente cualquier edad.

Las hay de aplicación con pipeta, las hay de pastillas y, otras formas de aplicación para asegurarse de que el perro está libre de las tan temidas garrapatas.

Estos productos antiparasitarios suelen tener un efecto muy bueno e incluso duradero, lo cual es excelente, pero es necesario volver a utilizarlos con la frecuencia recomendada.

En cualquier caso, invertir en ellos es una forma segura y rentable de invertir en la salud de su mascota.

Uso de collares contra la periplasmosis canina

Una de las formas más eficaces y baratas de evitar que las garrapatas permanezcan en el cuerpo del perro es utilizar collares antipulgas y antigarrapatas.

Hay muchas empresas que fabrican este tipo de productos, y sobre todo las marcas más reconocidas suelen tener una respuesta excelente y una durabilidad muy larga.

Conclusión

La periplasmosis canina, o enfermedad transmitida por garrapatas, es una afección clínica muy frecuente que afecta a muchos animales y puede tener graves consecuencias.

En este caso, el diagnóstico precoz mejora la eficacia del tratamiento, pero la prevención es la mejor alternativa.


Devid Macrite

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