¿Alguna vez te has imaginado ser abandonado por tu familia sólo porque has engordado un poco y te has hecho viejo? Pues eso es exactamente lo que le pasó a Darwin, un perro Beagle de 7 a 8 años. ¡Lee más sobre este perro abandonado!
El perro fue abandonado por sus tutores en un refugio de la ciudad de California. Sin embargo, en el lugar, donde permaneció durante un mes, no recibía los cuidados adecuados que necesita un perro obeso.
Los voluntarios de Karma Rescue, una organización de rescate de Los Ángeles, supieron de la existencia del Beagle, que pesaba unos 40 kg, y decidieron hacerse cargo del caso. Quedaron impactados por el estado físico de Darwin. Habían visto antes muchos perros en mal estado, pero parecía que Darwin había estado desatendido toda su vida.
Además de apenas poder andar por su sobrepeso, el perro pesaba al menos el doble de lo que debería pesar normalmente, Darwin podría haber muerto de insuficiencia cardiaca o de todos los demás tipos de complicaciones que puede causar la obesidad.
Según los voluntarios de Karma Rescue, Darwin era un perro muy dulce y por eso nadie podía entender por qué había tanta falta de cuidados para ese animal.
Pero en el nuevo refugio Darwin empezó a recibir todos los cuidados, la atención y el cariño que realmente merecía. El veterinario que trató a Darwin le diagnosticó un cáncer de tiroides y le recetó medicación para ayudarle a perder peso.
El veterinario también sospecha que los dueños de Darwin habían alimentado en exceso al perro y no lo habían sacado a pasear. Según el Club Nacional del Beagle, los beagles son especialmente propensos a engordar, ya que les encanta la comida y no saben cómo ni cuándo dejar de comer.
Tras pasar varias semanas en el hospital veterinario, Darwin fue a un hogar temporal, donde sus cuidadores introdujeron poco a poco el ejercicio en su rutina diaria.
Pero Darwin tenía otro problema, sufría una ansiedad extrema por separación. Cada vez que su familia de acogida lo dejaba solo, ladraba y aullaba hasta que volvían. La familia también fue alertada por los vecinos, que siempre escuchaban al perro.
Así que los voluntarios de Karma Rescue decidieron inscribir al perro en Paws for Life, un programa desarrollado por Karma Rescue junto con el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California.
El perro permaneció con reclusos alojados en prisiones de alta seguridad de California durante 10 semanas. Este adiestramiento de Darwin sirvió también como terapia de rehabilitación para los reclusos. El perro aprendió habilidades de socialización y órdenes básicas como "siéntate", "quédate", "espera" y "camina".
Darwin también perdió 11 kg y se convirtió en un perro mucho más sociable y equilibrado. El programa también ayudó al perro a tener más confianza en sí mismo y le enseñó a relajarse cuando se quedaba solo.
Hoy, Darwin es un perro diferente tanto física como mentalmente. Ya no sufre ansiedad por separación y ahora es capaz de correr y jugar e incluso saltar por encima de las redes de tenis.
El caso de Darwin es una verdadera historia de éxito y superación. Consiguió darse la vuelta y hoy es un animal mucho más sano, juguetón y feliz. Para que la felicidad sea completa, Darwin sólo necesita encontrar una nueva familia que quiera quererle para siempre.
Devid Macrite
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