Borborigmos o ruidos estomacales en cachorros

Borborigmos o ruidos estomacales en cachorros

Devid Macrite

Seguro que has oído alguna vez el estómago de tu perro gruñendo y haciendo ruidos extraños ¿verdad? Pero, ¿sabes cuál es la causa de los ruidos estomacales en los perros?

¿Ha oído alguna vez a su perro rugir el estómago? Este ruido corporal no suele ser motivo de alarma y no significa necesariamente dolor de estómago.

A veces se oye acercando la oreja al estómago del perro, y otras, el sonido es tan fuerte que se oye desde el otro lado de la habitación. Pues bien, estos ruidos o gruñidos estomacales también se conocen con el término Borborigmo (del griego βορβορυγμός ).

A veces, ese gruñido puede ser señal de un problema de salud más grave.

Así las cosas, a continuación le ofrecemos un resumen de las posibles causas de los ruidos estomacales en cachorros y de cuándo debe preocuparse por este gracioso sonido.

Borborigmo

El término científico para los ruidos producidos por el estómago o los intestinos es Borborygmus. Lo que provoca el ruido es el movimiento de los gases a través del tubo digestivo.

Además, también es normal que el intestino experimente contracciones musculares rítmicas llamadas peristalsis, que mueven las cosas a través del tracto digestivo.

Así, el burbujeo normal de un estómago suele ser un sonido suave intercalado con periodos de silencio, lo que es señal de que una cantidad común de gas se desplaza por el intestino de forma común.

Pero los ruidos digestivos anormalmente fuertes suelen producirse cuando el intestino contiene grandes cantidades de gas, cuando aumenta el peristaltismo, o ambas cosas.

Así pues, puede haber muchas causas de ruidos estomacales en el estómago: algunas son inofensivas, otras son más graves. A continuación encontrará algunas de ellas.

¿Cuáles son las causas de los ruidos estomacales en los cachorros?

Los ruidos estomacales leves son causados naturalmente por actividades comunes al organismo del animal, como la motilidad intestinal, las actividades que implican el paso del contenido en el intestino y la presencia de gas en el intestino.

Y, al igual que tu estómago ruge cuando tienes hambre, tu mascota también lo hace. También es posible que el cuerpo de tu mascota emita este sonido debido a sus hábitos alimentarios específicos.

Los ruidos estomacales pueden producirse cuando:

  • Hay mayores cantidades de gas en el intestino;
  • Hambre;
  • Indiscreciones dietéticas.

Algunas causas más graves que también pueden ser responsables de un aumento significativo de los gruñidos estomacales:

  • Parásitos estomacales : Se trata de pequeñas criaturas que residen en el tracto gastrointestinal de su perro y causan multitud de problemas digestivos y de otro tipo. Estos invasores comunes incluyen parásitos como Giardia , coccidia y gusanos (tenias, anquilostomas y lombrices).
  • Enfermedad inflamatoria intestinal La enfermedad inflamatoria intestinal es una afección en la que los intestinos están inflamados, lo que significa que hay muchas células inflamatorias presentes en el revestimiento del tubo digestivo.
  • Cuerpos extraños gastrointestinales;
  • Hemorragia gastrointestinal;
  • Ciertas toxicidades;
  • Reacciones adversas a los medicamentos;
  • Problemas metabólicos que afectan al hígado y los riñones;
  • Trastornos glandulares;
  • Cáncer intestinal.

Aunque muchos tipos de ruidos estomacales en cachorros son perfectamente normales, un ruido intestinal fuerte puede ser preocupante, ya que podría ser un signo de un problema gastrointestinal más grave.

¿Cuándo hay que preocuparse por los ruidos estomacales en los cachorros?

Por lo general, los ruidos estomacales con causas más graves van acompañados de letargo, disminución significativa del apetito o de la sed, diarrea y, sobre todo, vómitos. Así que no dudes en llevar a tu perro al veterinario lo antes posible.

Si tu perro suele tener ruidos estomacales más fuertes, pero parece estar sano y no presenta ninguno de los síntomas mencionados, probablemente esté bien (aunque siempre es interesante informar al veterinario, para que descarte posibles problemas).

Algunos individuos tienen ruidos estomacales más fuertes y tienen intestinos más activos que otros.

Por ello, los propietarios de mascotas deben preocuparse especialmente si los ruidos se asocian a otros signos clínicos. Estos síntomas pueden incluir disminución del apetito, vómitos, diarrea, hipersalivación (babeo) y letargo. Pero también hay que estar atento a signos de dolor abdominal, como una postura arqueada.

Así que si estos síntomas persisten, ¡consulta a tu veterinario!


Devid Macrite

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