Esofagitis en perros - síntomas y tratamiento

Esofagitis en perros - síntomas y tratamiento

Devid Macrite

La esofagitis en perros se produce cuando hay algún daño en el esófago, es decir, el conducto entre la garganta y el estómago.

Las causas de este problema son múltiples, como la acumulación de ácidos estomacales en la zona, algunos tipos de infecciones, el uso de medicamentos y las alergias.

Cuando se produce el problema, el animal sufre mucho con dolor, dificultad para tragar y molestias en el pecho para alimentarse.

Además, hay casos considerados de emergencia, como cuando se atascan alimentos u objetos en esta zona.

El tratamiento depende de la manifestación, pero va desde cambios en los hábitos y el uso de medicamentos hasta la cirugía.

Así que, si quieres entender mejor este problema, sigue leyendo este texto para saber más sobre la esofagitis en perros.

¿Qué es la esofagitis en perros?

En primer lugar, hay que aclarar que esofagitis es un término genérico, utilizado para cualquier inflamación que se produzca en el esófago del animal.

El esófago es el conducto que conecta la boca con el estómago y esta región puede resultar dañada por diversas razones.

Con una gran cantidad de músculos, se encarga de empujar el bolo alimenticio hacia el órgano digestivo.

Esto se denomina peristalsis.

Sin embargo, por una serie de razones, la esofagitis puede aparecer en los perros, y en este caso se forman llagas y úlceras que causan grandes molestias y problemas digestivos.

Por desgracia, la esofagitis en perros es bastante frecuente, ya que puede deberse a diversos problemas.

Las causas más comunes son el reflujo severo y la ingestión de cuerpos extraños, pero también se produce por problemas anestésicos, neoplasias, ingestión de alimentos calientes, infestación parasitaria, hernia de hiato y uso de algunos medicamentos.

En cuanto a la ubicación, no hay nada fijo. El problema puede producirse en cualquier punto a lo largo de la tubería.

Además, esta inflamación puede darse en animales de cualquier raza o edad, causando muchas molestias y perjudicando la vida del animal.

Si la inflamación es leve, el animal puede no mostrar síntomas evidentes, pero en los casos más graves puede tener dificultades para comer.

Inclusive, dependiendo del grado de la inflamación, el perro puede presentar cuadro de tos intensa, manifestar gran pérdida de peso e, inclusive, desarrollar un cuadro de neumonía.

Si su mascota muestra alguno de estos signos, lo mejor es llevarla al veterinario para que la consulte.

Síntomas de la esofagitis en perros

Como ya se ha dicho, hay varios grados de esofagitis en los perros y, los síntomas también son diferentes dependiendo de la gravedad.

Si es leve, probablemente no notará nada, pero a medida que el problema se desarrolla, los signos aparecen y se intensifican con el tiempo.

Generalmente, cuando el tutor se percata del problema, éste ya está bastante avanzado. Además, hay que tener en cuenta que este cuadro puede ser secundario, es decir, asociado a algún otro problema.

Y el cuadro se agrava aún más cuando el animal desarrolla además una neumonía asociada.

Pero en general, la esofagitis en perros provoca los siguientes síntomas:

  • Molestias en la garganta y el cuello;
  • Tos intensa;
  • Dificultad para tragar;
  • El animal puede mostrar dolor al tragar líquidos y sólidos;
  • Salivación excesiva;
  • Vómitos y regurgitaciones frecuentes;
  • Disminución del apetito;
  • Reducción del peso corporal;
  • Postura corporal alterada o movimientos inusuales;
  • El animal se siente incómodo cuando está tumbado;
  • Fiebre.

Causas de esofagitis en perros

El esófago está muy cerca del estómago, por lo que muchos problemas gastrointestinales provocan esofagitis en los perros.

La mayoría de las veces la causa es el ácido del estómago que entra en el esófago, causando daños en la pared del tubo.

Pero esa no es la única causa posible. También hay otras, como:

  • Ingestión de productos químicos irritantes;
  • Reflujo de ácido estomacal;
  • Infecciones por bacterias, virus y parásitos de diversos tipos;
  • Neumonía;
  • Alergias alimentarias;
  • Intubación para cirugía;
  • Episodios frecuentes de vómitos;
  • Tragar un objeto extraño;
  • Obstrucción del esófago por un cuerpo extraño;
  • No se trague los medicamentos, que pueden pasar demasiado tiempo atascados en la sonda;
  • Problemas esofágicos congénitos;
  • Megaesófago;
  • Presencia de algunos tipos de tumores;
  • Úlceras de estómago.

Tratamientos de la esofagitis en perros

Como puede ver, hay varios problemas que causan esofagitis en los perros, por lo que también hay diversas manifestaciones.

Esto conduce a formas de tratamiento muy diferentes, que incluyen cambios en el estilo de vida, la dieta, el uso de medicamentos e incluso la cirugía.

Por ello, es importante que un veterinario cualificado realice el diagnóstico y, de este modo, indique el tratamiento más adecuado.

Generalmente, es necesario cambiar la dieta del animal para que el esófago se recupere totalmente de la agresión.

En este caso, los profesionales prefieren indicar alimentos con menos grasas y proteínas y más hidratos de carbono.

También es esencial reducir la cantidad de sustancias que pueden provocar alergias, como es el caso del gluten y la soja.

Otra cuestión importante es la reducción de las raciones, tanto de sólidos como de líquidos, ya que es la única forma de que el esófago se recupere.

Pero si la causa es el reflujo, es posible que el veterinario le recete algún medicamento para tratar el problema.

Existen algunos tipos de antiácidos y medicamentos que ayudan a componer la mucosa esofágica, que ayudan mucho en estos casos concretos.

Además, si el animal tiene una úlcera grave, puede ser necesario utilizar antibióticos para eliminar las bacterias.

Atención veterinaria

Hay casos en los que el animal no puede alimentarse ni beber agua, por lo que el veterinario puede tener que ponerle una vía intravenosa.

Puede ser necesario hospitalizar al animal durante unos días para evitar una pérdida de peso excesiva y la deshidratación.

Además, si se produce un estrechamiento de las vías esofágicas, es posible que el profesional tenga que colocar un balón inflable.

Esto es clave para ensanchar la estenosis, en caso de que esto ocurra secundariamente a la esofagitis en perros.

Conclusión

La esofagitis en perros es un problema bastante común, pero tiene varias causas posibles.

Es importante que el tutor esté siempre muy atento a las señales del animal, porque al principio, las manifestaciones son leves e incluso imperceptibles.

Si notas que a tu mascota le pasa algo, llévala al veterinario para que compruebe si puede tratarse de esofagitis en perros.


Devid Macrite

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