Axolote: características, evolución y curiosidades

Axolote: características, evolución y curiosidades

Devid Macrite

El ajolote, también llamado axolote, es un tipo de salamandra que permanece en estado larvario incluso después de adulto.

Con ello, se le considera neoténico, ya que sigue teniendo sus branquias externas incluso después de adulto.

La capacidad de regeneración del cuerpo de este animal es algo que llama mucho la atención de los científicos, por lo que esta especie es muy común en los laboratorios.

Principales curiosidades sobre el ajolote

Científicamente denominado Ambystoma mexicanum, este animal es cada vez más popular entre los amantes de las especies acuáticas.

Se trata de un animal diferente, que tiene características peculiares y, por lo tanto, hay muchas curiosidades sobre él.

Así que echa un vistazo a algunas de las más interesantes a continuación y descubre más cosas sobre esta asombrosa especie.

1. parece un pez pero es un anfibio

Además de ser un "monstruo acuático", el ajolote también es conocido como "pez andante".

Esto se debe a que el ajolote es en realidad un anfibio, pariente cercano de las salamandras, por lo que realmente se parece a estos animales y puede caminar.

Incluso en muchos lugares a este simpático bichito se le llama salamandra axolotl.

2. recibe su nombre del dios azteca

El ajolote es probablemente un animal muy antiguo, con miles de años de existencia, por lo que incluso antes de que los españoles llegaran a México, la especie ya vivía allí.

Según las leyendas locales, este animal marino es la reencarnación del antiguo dios azteca llamado Xólotl, responsable del fuego y la iluminación.

Según esta antigua cultura, el dios Xólotl tiene cuerpo humano y cabeza de monstruo, característica que lo asemeja mucho a la especie de salamandra acuática.

Axolot es un animal neoténico

Por mucho que la denominación sea un poco diferente, esto es bastante sencillo de entender.

Según la biología, se denomina neotenia al fenómeno de permanecer con características larvarias incluso durante la edad adulta.

En otras palabras, incluso después de que el animal se vuelva sexualmente activo, seguirá conservando algunas de las características del estado larvario.

Estos animales presentan branquias externas y aleta caudal, por lo que siguen habitando el medio acuático durante toda su vida, a diferencia de las demás especies de salamandras, que son terrestres tras sufrir la metamorfosis.

4. animal amigo de la ciencia

Las salamandras son los únicos animales vertebrados que pueden regenerar partes de su cuerpo, lo que lleva décadas llamando la atención de los científicos.

En los axolotes esta capacidad es aún más evidente, ya que pueden recuperar estructuras extensas sin dejar siquiera una cicatriz en el lugar.

Además de regenerar miembros, el animal es capaz de reconstruir toda su médula espinal, lo que tiene un enorme potencial dentro de la investigación científica, ya que puede aportar avances médicos impresionantes en relación con la regeneración de tejidos y la recuperación de funciones.

5. el axolote en el arte

El ajolote es sin duda uno de los animales que más despiertan la curiosidad humana, por lo que también se ven en el mundo artístico.

El pintor Diego Rivera incluyó imágenes de estos animales en sus murales, mientras que el poeta Octavio Paz hizo de esta especie un gran símbolo de México.

En 1956, el escritor argentino Julio Cortázar también publicó uno de sus cuentos, inspirado precisamente en los axolotes.

6. cría en un entorno doméstico

Aunque son cada vez más escasos en estado salvaje, estos animales se crían cada vez más en cautividad.

Además de conservarse en laboratorios para estudios, estos animales son criados cada vez más en acuarios por personas que aprecian la fauna acuática.

En Brasil no hay una ley específica que lo regule, pero de todos modos es el único tipo de salamandra que se puede criar en casa.

Sin embargo, es muy importante comprender que se trata de una especie salvaje muy sensible que necesita condiciones específicas para su supervivencia.

La temperatura del agua, el pH, la salubridad y la higiene del entorno son algunos factores a los que debes prestar atención si quieres criar un ejemplar de esta especie.

Además, no se recomienda criar un ajolote junto con peces porque puede acabar alimentándose del animal más pequeño.

¿Qué es el axolote?

El ajolote es un anfibio acuático de aspecto físico bastante peculiar, por lo que se le conoce como el "monstruo acuático".

Esto se debe a que Axolotle es un nombre azteca, que significa exactamente "monstruo de agua", y según la mitología local, el animal es la evocación del dios Xolotl.

El primer dato interesante sobre estos animales es que viven en entornos oscuros de agua dulce.

También tienen tres pares de branquias externas y una gran capacidad de regeneración corporal.

Y lo que caracteriza verdaderamente a este animal es el hecho de que continúa en estado larvario durante el resto de su vida.

Incluso cuando el animal es capaz de reproducirse y se considera adulto, permanece en estado larvario, un fenómeno conocido científicamente como neotenia.

Son animales que viven de forma natural en la región de México y miden aproximadamente 25 centímetros.

Su dieta se basa en renacuajos y algunos invertebrados, como crustáceos, gusanos y pequeños insectos.

Con una esperanza de vida de aproximadamente doce años, el animal es capaz de reproducirse tras cumplir un año de vida.

La reproducción siempre tiene lugar a temperaturas más bajas, por lo que se produce en los meses de invierno o cuando se baja artificialmente la temperatura del agua en cautividad.

La reproducción tiene lugar cuando el macho deposita su esperma en una bolsa que la hembra recoge a través de su cloaca, es decir, la fecundación es externa.

Al cabo de un día, aproximadamente, desova y, unas dos semanas después, las larvas salen de los huevos. En el momento de la eclosión, el ajolote mide alrededor de un centímetro.

Capacidad de regeneración

La mayor curiosidad del ajolote es que este animal puede regenerar su cuerpo, incluidas regiones del sistema nervioso central.

Además de regenerar partes de este sistema, el animal puede reconstruir miembros enteros.

Por ello, muchos investigadores se afanan en descubrir los mecanismos exactos por los que el animal puede hacer esto.

Esto puede ser una esperanza para las personas a las que se han amputado miembros o han perdido grandes cantidades de tejido en diversas regiones del cuerpo.

Por desgracia, hoy en día sólo queda un pequeño número de ejemplares en libertad, debido a influencias como el comercio ilegal, la alimentación y también la pérdida de hábitat de estos animales.

Según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), estos animales se encuentran actualmente en estado de conservación crítico.

Características corporales

El ajolote es un animal pequeño, con un tamaño corporal total de entre 15 y 45 centímetros. Sin embargo, la media ronda los 23 centímetros, y encontrar un ejemplar con más de 30 centímetros se considera raro.

Son animales que presentan características típicas de las salamandras en estado larvario, como branquias externas y aletas caudales que salen de la cabeza y se extienden hasta el final de la cola.

Esto se debe principalmente a que los animales tienen una glándula tiroides más simple, que no libera la hormona esencial para que se produzca la metamorfosis.

En experimentos muy interesantes, cuando el ajolote recibe un aporte hormonal, realiza la metamorfosis con normalidad, transformándose en un adulto con características compatibles con los anfibios terrestres.

Es decir, desarrolla pulmones, patas y también se le reabsorbe la cola. Con estos cambios, el animal se vuelve muy parecido a la salamandra tigre.

Como característica corporal predominante, el ajolote tiene una cabeza grande, donde se insertan sus párpados.

Machos y hembras son bastante parecidos, por lo que es más fácil diferenciarlos durante el periodo reproductor, cuando el macho adquiere una cloaca más redondeada y pronunciada.

Otro dato muy importante sobre estos organismos es que poseen el genoma más grande que jamás se haya secuenciado.

Hay aproximadamente 32.000 millones de pares de bases, lo que equivale a unas diez veces el número de genes humanos.

Axolote Hábitat

Los anfibios comunes, como las ranas y los sapos, tienen una fase larvaria acuática y cuando maduran pasan a un medio terrestre, manteniendo su dependencia del agua para reproducirse.

Sin embargo, el Axolote permanece para siempre en estado larvario, sin madurar ni pasar al estado adulto.

Precisamente por eso, siempre sigue viviendo en el agua, sin pasar nunca a un medio terrestre.

En estado silvestre, esta especie vive en lagos de la región de la Ciudad de México, especialmente en los lagos de Xochimilco y Chignahuapan.

Sin embargo, hoy en día es muy difícil encontrar animales en su entorno natural. Y esto se debe principalmente a la depredación de los huevos por especies que el hombre ha introducido en el entorno de estos animales a lo largo del tiempo.

Además, estos animales son apreciados en la medicina y la gastronomía de la región, lo que contribuye a reducir drásticamente el número de ejemplares.

Evolución de las especies

A menudo se piensa que el ajolote es un animal primitivo, porque hasta hace poco se creía que los anfibios con branquias eran los más antiguos.

Sin embargo, se descubrieron varios fósiles que indicaban que el aparato branquial desaparecía a medida que el animal maduraba.

De hecho, esto ocurre en el caso de los batracios actuales (ranas, sapos y ranas arborícolas), pero esta idea se ha ido abandonando a medida que han evolucionado los estudios al respecto.

Así pues, el ajolote no se considera un fósil viviente, sino una especie muy evolucionada que presenta características diferentes de la mayoría de las que existen.

Capacidad de regeneración

Axolot es un ser relativamente complejo, por lo que sorprende a los investigadores por su gran capacidad de regeneración.

El cuerpo de estos animales es mucho más complejo en comparación con otros organismos que tienen esta capacidad, como las esponjas, las planarias y las estrellas de mar, por ejemplo.

Mediante un proceso de diferenciación celular, este animal puede producir extremidades enteras, construyendo así nervios, vasos sanguíneos, músculos y huesos, por ejemplo.

Incluso regiones más complejas y delicadas como el corazón y el cerebro pueden regenerarse en estos animales.

Se trata de una propiedad muy estudiada en el laboratorio, ya que puede tener importantes aportaciones a la medicina humana y animal.

¿Está el Axolot en extinción o no?

Según las investigaciones científicas y los estudiosos que siguen la especie, cada vez está más cerca de la extinción.

Esta información se publicó incluso en un número de finales de 2017 de la revista científica Nature.

Según las investigaciones, en 1998 había aproximadamente 6.000 axolotes por kilómetro en la zona conocida como Xochimilco, en México.

Sólo dos años más tarde, esta cifra aumentó a aproximadamente mil ejemplares por kilómetro.

Y diez años más tarde, esa estadística se volvió mucho más preocupante, ya que los investigadores identificaron sólo 100 axolotes por kilómetro cuadrado.

En la actualidad, se calcula que hay unos 30 ejemplares de media en una superficie de un kilómetro cuadrado.

A pesar de ello, puede decirse que la conservación del ajolote es una gran paradoja, ya que artificialmente se distribuye por todo el mundo.

Tanto los laboratorios como las tiendas de animales están llenos de animales de esta especie, mientras que en estado salvaje corren verdadero peligro de extinción.

Hoy en día existe un problema aún mayor relacionado con esto que es la baja diversidad genética de los ejemplares, lo que conlleva una propensión mucho mayor a las enfermedades, reduciendo aún más la distribución de las poblaciones.

Conclusión

El ajolote es un anfibio marino con características peculiares que atrae la atención de los investigadores y también de las personas interesadas en la fauna marina.

Por desgracia, estos animales están en peligro de extinción y son cada vez más escasos en el medio natural.

A pesar de ello, es una especie que se permite criar en acuarios, pero en este caso es necesario tener cuidados específicos con el animal, ya que es muy sensible y puede morir si las condiciones no son compatibles con su estilo de vida.


Devid Macrite

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