Dragón de Komodo: 8 datos sobre este animal potencialmente mortal

Dragón de Komodo: 8 datos sobre este animal potencialmente mortal

Devid Macrite

El dragón de Komodo es una especie de lagarto de gran tamaño que vive en algunas islas de Indonesia, entre ellas Komodo.

Se trata de la mayor especie de lagarto que habita el planeta en la actualidad, y los ejemplares más grandes pueden pesar más de 160 kilos.

Esto se debe probablemente a que este animal no tiene otros animales carnívoros que ocupen su nicho en los lugares donde vive.

El bajo metabolismo también contribuye al gigantismo y, estos animales dominan el ecosistema junto con bacterias simbiontes.

Son animales con una dieta muy variada, que pueden depredar aves y mamíferos, además de alimentarse de restos de animales muertos.

Los animales más jóvenes se protegen de los depredadores en lo alto de los árboles y sólo después de un periodo que oscila entre los dos y los cinco años están plenamente preparados para la reproducción.

En esta especie, la esperanza de vida puede alcanzar los cincuenta años y, en algunas situaciones, las hembras se reproducen en ausencia de machos, por partenogénesis.

Si quieres saber más sobre el Dragón de Komodo, sigue leyendo este post repleto de información interesante.

1. historia del dragón de komodo

A pesar de ser un animal bastante antiguo, el dragón de Komodo no se descubrió hasta 1910, cuando se informó sobre un supuesto cocodrilo terrestre.

El teniente Van Steyn Van Hensbroek, de la administración colonial holandesa, fue el primero en ser informado al respecto.

Pero no fue hasta 1912 cuando la existencia del animal llamó la atención de todo el mundo, cuando Peter Ouwens, director general del Museo Zoológico de Bogor (Java), publicó un artículo científico sobre el tema tras recibir una piel del teniente.

Más tarde, en el año 1926, W. Douglas Burden realizó una expedición para averiguar más cosas sobre este espécimen.

El explorador regresó de su expedición con 12 ejemplares conservados y dos vivos. Y fue precisamente este viaje el que inspiró la película King Kong unos años más tarde.

Burden fue también quien bautizó al animal con el nombre de Dragón de Komodo, y tres de los ejemplares que capturó se conservaron y siguen hoy en el Museo Americano de Historia Natural.

2. conservación de la especie

Hoy en día el dragón de Komodo se considera un animal en peligro y ya figura en la lista roja de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), pues se calcula que sólo existen entre 4 y 5 mil ejemplares en estado salvaje.

La distribución es bastante restringida y preocupa el número de hembras, que parece ser muy bajo.

Hay estudios que sugieren que la sólo hay 300 hembras en edad reproductiva aproximadamente.

En un intento de proteger la especie, en 1980 se fundó el Parque Nacional de Komodo.

Poco después, Flores recibió también las reservas de Wae Wuul y Wolo Tado, para contribuir a la conservación de la especie.

En estos lugares, se dice incluso que estos animales están acostumbrados a la presencia de los humanos porque reciben de ellos restos de comida.

La extinción de esta especie no se debe únicamente a la influencia humana. Los terremotos, los incendios, la reducción del número de presas y la actividad volcánica también son factores coadyuvantes.

Actualmente, según la normativa de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, no se permite la caza ni la comercialización de pieles y animales .

Desde septiembre de 2021, la UICN considera al Dragón de Komodo una especie en peligro.

Y es probable que esto empeore mucho más debido al calentamiento global y a la subida del nivel del mar, que se espera que provoque la reducción de más o menos el 30% del hábitat de esta especie en las próximas cinco décadas.

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Animales en cautividad

Desde hace muchos años hay algunos ejemplares de Dragón de Komodo que viven en cautividad y, estos animales son atracciones muy llamativas en los zoológicos.

Esto se debe principalmente al tamaño, y también a las historias que se conocen sobre esta especie tan amenazadora.

Sin embargo, mantener a estos animales en el zoo es un gran reto porque son susceptibles a infecciones y parásitos.

Además, cuando son capturados en su medio natural, estos animales suelen tener problemas para reproducirse.

En 1934 el El primer animal de la especie se expuso en el Parque Zoológico Nacional Smithsonian pero sólo vivió dos años en su cautiverio.

Con el tiempo, mantener animales de la especie en cautividad siguió siendo un reto, pero con el tiempo se realizaron algunos estudios que mostraban cómo hacer más eficiente el manejo para mejorar la calidad de vida de los individuos.

A medida que avanzaban estos estudios, los investigadores descubrieron muchas otras cosas interesantes sobre la especie.

Parece que el Dragón de Komodo tolera la presencia de humanos e incluso puede interactuar con ellos de cierta manera, incluso jugando, como ocurre con algunos mamíferos.

Sin embargo, incluso los animales que parecen dóciles pueden mostrar una agresividad repentina, sobre todo para defender su territorio.

Hay informes de ataques a personas que entran en el territorio del reptil o en sus recintos en zoológicos.

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4. El dragón de Komodo puede ser peligroso

En primer lugar, es fundamental dejar claro que el Dragón de Komodo es un animal salvaje y, como tal, tiende a defender su territorio y a atacar cuando se siente amenazado.

Eso no significa en modo alguno que se trate de una especie mala, simplemente es depredadora y ha desarrollado estrategias de supervivencia que incluyen el ataque.

El ataque a personas es poco frecuente, pero hay varios informes, incluidos ataques que han provocado la muerte de los individuos.

Según la información del Parque Nacional de Komodo, a lo largo de 38 años, ha habido 24 ataques a humanos .

Entre todas ellas, cinco víctimas acabaron muriendo a consecuencia de sus heridas. La mayoría de las personas atacadas son habitantes de pueblos cercanos a este parque.

Uno de los ataques más famosos fue el Phil Bronstein, periodista de investigación y ex marido de la actriz Sharon Stone que tuvo lugar en 2001 en el zoo de Los Ángeles.

En cualquier caso, estos animales no atacan si las personas no invaden su territorio.

5. aspecto físico del dragón de Komodo

A primera vista, el dragón de Komodo parece un dinosaurio, con su robusto cuerpo de hasta 3 metros de longitud.

Fuerte y amenazador, este animal suele pesar unos 70 kilos cuando vive en libertad, pero los ejemplares cautivos suelen pesar más porque se alimentan con más frecuencia.

En este caso, los reptiles alcanzan fácilmente los 160 kilos de peso.

Según la información del Libro de los Récords, el ejemplar más grande jamás registrado en el mundo era un macho adulto que medía 3,13 metros y pesaba nada menos que 166 kilos.

De piel gruesa, entre gris y marrón, este animal es un gran depredador que tiene una dieta basada en animales como jabalíes, ciervos, búfalos, caballos, monos, insectos y también animales más jóvenes de su misma especie.

Es habitual ver a estos reptiles alimentándose de los cadáveres de animales muertos. Su olfato puede encontrar carroña a kilómetros de distancia.

El ataque lo suele llevar a cabo el dragón de Komodo derribando a su presa con la ayuda de su cola.

Con la víctima en el suelo, el reptil comienza a acuchillarla utilizando su mandíbula y también sus afiladas garras como apoyo.

La boca del dragón de Komodo es bien conocida por albergar bacterias letales, por lo que incluso si su presa escapa al ataque, acaba muriendo por infecciones en las heridas.

Incluso en el caso de presas muy grandes, el reptil suele realizar un ataque en el que muerde a la víctima una sola vez.

Así que espera pacientemente a que el animal muera de la infección para poder hacer su comida.

6. reproducción y esperanza de vida

El dragón de Komodo es una especie ovípara y las hembras pueden poner entre quince y treinta huevos, lo que suele ocurrir al final de la estación lluviosa.

Estos huevos tardan de seis a ocho meses en eclosionar y las crías nacen con cuerpos de entre 20 y 25 centímetros de largo.

Cuando consiguen superar las adversidades del lugar donde viven, estos animales pueden llegar a vivir hasta cincuenta años.

El apareamiento suele producirse entre los meses de mayo y agosto, y durante este periodo los machos luchan por las hembras.

El ganador de la pelea muestra su lengua a la hembra para obtener más información sobre su receptividad al apareamiento.

Se han descrito varios tipos de rituales de apareamiento para esta especie e incluso las parejas pueden practicar la monogamia, algo poco frecuente en los reptiles.

Partenogénesis

Al parecer, las hembras de dragón de Komodo son capaces de reproducirse por partenogénesis, es decir, sin necesidad de aparearse con un macho.

Los estudiosos plantearon esta hipótesis después de que una hembra del zoo de Londres pusiera dos huevos tras pasar más de dos años sin ningún macho cerca.

Inicialmente se pensó que podría haber almacenado esperma de sus contactos anteriores, un fenómeno conocido en algunas especies.

Sin embargo, en 2006 una hembra del zoo de Chester (Inglaterra) fue otro de esos casos.

En aquella ocasión puso once huevos, siete de los cuales eclosionaron, dando lugar a dragones de Komodo machos.

Los científicos realizaron entonces pruebas genéticas a los animales, determinando así que efectivamente habían sido generados por partenogénesis.

7. sentidos

En los dragones de Komodo, las fosas nasales no son tan útiles, ya que estos animales no tienen diafragma.

Sólo tienen unas pocas papilas gustativas presentes en la parte posterior de la garganta que sirven para detectar olores y sabores ambientales.

Por otro lado, sus escamas son muy resistentes y algunas tienen refuerzos óseos.

Pero lo más importante es que tienen placas sensoriales que se unen a las inervaciones y proporcionan la excelente capacidad del tacto.

Algunas escamas específicas, como las de las orejas, los labios, la barbilla y las patas, tienen aún más placas sensoriales y son regiones que reciben muchos estímulos.

A pesar de tener un canal auditivo claramente visible, el Dragón de Komodo no oye muy bien, ya que sólo es capaz de detectar sonidos que estén entre 400 y 2000 hercios.

La visión es probablemente buena durante el día, y el animal es capaz de ver hasta distancias de 300 metros.

Es probable que el animal no tenga una buena visión nocturna, pero durante el día puede discriminar los colores. Sin embargo, es probable que la discriminación de objetos sea escasa.

8. ecología del dragón de Komodo

El dragón de Komodo es un animal especialmente adaptado a regiones secas y muy cálidas, donde predominan los pastizales abiertos y la sabana.

El animal es ectotérmico, o petillotérmico, y suele ser más activo durante el día porque depende de fuentes externas de calor para mantenerse caliente.

A pesar de ello, durante el día el animal suele realizar un poco de actividad.

En cuanto al comportamiento social, la mayoría de los animales viven solos y sólo se comportan en grupo durante el apareamiento y la alimentación.

En cuanto a las habilidades corporales, estos animales son capaces de realizar disparos rápidos en algunas situaciones, así como de bucear y trepar a los árboles.

Sin embargo, la mayoría de las veces son los animales más pequeños los que trepan a los árboles utilizando sus afiladas garras. Durante la edad adulta, los animales empiezan a utilizar sus garras para luchar contra otros animales.

Como forma de refugio, estos reptiles cavan grandes agujeros, que pueden tener entre uno y dos metros de ancho.

Este hábito ayuda a mantener el calor corporal por la noche, cuando el animal tiende a perder calor en el ambiente.

También tienden a esconderse en madrigueras en las horas más calurosas del día.

El principal mecanismo de caza y defensa es la composición de la saliva de los animales. Desde hace tiempo se sabe que tienen en su saliva muchas bacterias resistentes y muy peligrosas.

Pero recientemente los investigadores han descubierto que el animal también tiene un veneno mortal en su saliva, que contribuye a la muerte de sus presas.

Conclusión

El dragón de Komodo es un animal increíble que atrae la atención de la gente porque parece un dinosaurio y es potencialmente mortal.


Devid Macrite

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